jueves, 5 de junio de 2008

Ausencia de dolor

A penas un cicatriz indeleble me recuerda tu herida. Una leve línea rosada indica el lugar exacto. La toco con mis dedos como si fuera a sangrar y siento en ese preciso fragmento de piel, una ausencia de dolor, insensible al tacto y al contacto, como si se tratara de un trozo de carne inerte.

8 comentarios:

Marta dijo...

Me gusta esa idea de la herida y el dolor.

Unknown dijo...

Qué cosa eso de las cicatrices. Algunas son así, como esa tuya. Otras se quedan como en carne viva y les renace el dolor con el mal tiempo...

Anónimo dijo...

Las señales no estan de adornos , las cicatrices son fragmentos de piel que han pasado por el dolor. Yo me palpo las mias y me quedo con ese punto que dices "la toco con mis dedos como si fuera a sangrar". Taba

Vachi dijo...

Hola, vine acá identificada contigo porque me gustó el hecho de ver tus comentarios a lo largo de los "divagues más o menos poéticos" del Santi y porque me gusta la imagen que acompaña a tu nombre.
Creo que esas heridas de las que hablás, son las más sanas, las que se logran con el paso del tiempo, cuando ya están bien cicatrizadas y de las que realmente podemos aprender cosas, porque ya no nos queman. Lástima que no todas puedan llegar a ese punto. Creo que hay algunas que como dice Santi, vuelven a arder cuando les tiramos alcohol por arriba, por más que a simple vista parezcan cicatrizadas. Saludos

carmen jiménez dijo...

Vachi,ha sido un placer poder conocer los blog del Santi y tener así la oportunidad de seguir ampliando este mundo construido de letras. Me alegra que te gustara la imagen de mi perfil porque es el último cuadro que pinté en una de mis "eras" que me dio por expresarme con los pinceles.
Respecto a las cicatrices, todavía no me atrevo a echarles alcohol por si acaso escuecen de nuevo. Ya ves, al final, no es tan fácil curarse.

Anónimo dijo...

¿qué es mejor? ¿sufrir o no sentir?

un beso sentido y gozoso, querida carmen

astaghfirullah dijo...

el tiempo nos cauteriza la vida y en las peores quemaduras nos teje remiendos con las nuevas sonrisas.

Me alegro de que nos hayamos cruzado.

carmen jiménez dijo...

Buck?? Es que me cuesta escribir el otro nombre. Hasta ahora no había visto este comentario y ya va para un año, cuando ni siquiera nos conocíamos, o lo mismo estoy haciendo mal la cuenta, que lo mío son las heridas y no las matemáticas.
Gracias por todos esos remiendos a lo largo del dos mil trece.
Abrazos.