Hay muchos refranes que denotan
venganza, como si necesitáramos justificar la rabia. Yo no sé si me resisto o
me reprimo, pero sé que la venganza no es buena, por más que la rabia nos llene
de tristeza. "Arrieros somos, y en el camino nos encontraremos" Yo no
pienso devolver el golpe si tengo ocasión, pero bien es cierto que trataré de
evitarla, que es casi como pecar por omisión. Son de los pecados que más
duelen. La ignorancia emocional, hiere, sobre todo cuando comienzas a dudar si
será ignorancia o como se diría en mi pueblo, algo a caso hecho. Pero yo que
siempre he pensado bien, me he cansado de pensar, y ya sólo me sirven los
hechos, que no las palabras, ni siquiera las bienintencionadas.
5 comentarios:
Hola, Carmen: me alegra que retomes el blog. Yo también lo tenía abandonado durante los dos últimos años porque en face bok estaba encandilado con cierta persona que la final me dio la puñalada. Esto viene a cuento con tu entrada de hoy. Yo sí soy vengativo (y no quisiera serlo), pero si alguien me la hace , me la paga, es casi automático, el dolor hace que mi mente se ponga en marcha y devuelva el mal recibido. Tengo en mi blog una antigua entrada titulada "El poder de la mente" que lo explica muy bien. ¡Y es real! Si escribes en google ese título seguido de Juan Pan, seguro que sale. Bueno, te dejo por hoy, te seguiré. Un beso
http://ellugardejuan.blogspot.com.es/2009/06/el-poder-de-la-mente.html
Juan: El corazón también tiene mucho poder, y yo por más que quiera, me domina y hasta anula, diría yo, mi capacidad vengativa, pero leeré esa entrada y sus argumentos. Si me hubiera cobrado el daño infringido, sería rica!!! :)
Un abrazo bloguero.
La venganza no tiene fecha de caducidad.
Un abrazo.
La venganza no tiene fecha de caducidad.
Un abrazo.
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